Los equipos informáticos y electrónicos, así como también las aplicaciones que utilizamos en ellos, pueden estar sometidos a distintos tipos de amenazas. Por lo tanto, siempre es importante elegir una buena contraseña de seguridad para acceder a ellos. Conocé más a continuación.
¿Qué es una contraseña de seguridad?
Cuando hablamos de una contraseña de acceso, nos referimos a un patrón, generalmente alfanumérico, gracias al cual es posible ingresar a un sistema, bien sea de hardware o software.
En este sentido, podemos definir el hardware como cualquier dispositivo informático que cumple una función específica. Por ejemplo, una PC de escritorio, una laptop, una impresora, un router, entre otros.
Por su parte, un software es una aplicación informática que se usa para realizar una o más tareas dentro del hardware e incluso para administrarlo. En este caso, un sistema operativo, un procesador de textos o un programa de diseño, son distintos tipos de software.
Al momento de acceder a cualquier sistema, es habitual que se nos pida ingresar una contraseña de seguridad, aunque también es posible que dicho requerimiento no se realice. De cualquier modo, lo ideal es que el sistema esté configurado para solicitar una clave de acceso.
De esta forma, puede dificultarse el acceso a intrusos que no tienen autorización para entrar al sistema.
Dichos intrusos pueden ser usuarios que simplemente busquen curiosear, o hackers experimentados cuya finalidad sea sustraer información confidencial, o cometer cualquier otro ciberdelito.
Para garantizar que nuestra contraseña sea segura, podemos seguir estas recomendaciones:
1. Combinar varios tipos de caracteres
Aunque pueda sonar repetitivo, una de las medidas de seguridad básicas que se deben implementar consiste en combinar diferentes caracteres al establecer la contraseña.
Esto se refiere a la inclusión de números, letras mayúsculas y minúculas, y signos de puntuación dentro del password. Un ejemplo puede ser este: Amari11o_2019, ya que, como se puede ver, mezcla todos los tipos de caracteres.
2. Apuntar la contraseña en un lugar seguro
Existe una gran posibilidad de que el usuario que crea la contraseña, la olvide al poco tiempo. Esto puede darse especialmente si la contraseña es muy larga, o combina diferentes caracteres, como se ha mencionado anteriormente.
Para contrarrestar los efectos de la memoria, podemos apuntar la contraseña en un sitio seguro, al que solamente nosotros o personas de extrema confianza tengamos acceso.
3. No divulgar la contraseña
Las claves de acceso deben considerarse siempre como información confidencial. Por esta razón, estas deben manejarse con la más absoluta discreción. Jamás se las debe divulgar o mencionar en voz alta, y mucho menos compartirla a través de correo electrónico o como mensajes en redes sociales.
4. Modificar la contraseña cada cierto tiempo
Como las amenazas de seguridad informática son imprevisibles y siempre están latentes, debemos ser cautelosos al administrar las contraseñas. Entonces, para prevenir problemas innecesarios, la clave de acceso debe ser modificada cada cierto tiempo.
Como ejemplo, la mayoría de los bancos suelen obligar a los usuarios a cambiar sus claves de cajero automático cada 3 meses, y este lapso se considera apropiado para modificar las contraseñas de sistemas informáticos o electrónicos.
Si por algún motivo el usuario es propenso a olvidar el cambio de la contraseña, puede configurar el formulario de ingreso para que este muestre un recordatorio cada cierto tiempo, o que incluso genere la expiración de la clave anterior, para forzar a cambiarla.
5. Usar contraseñas diferentes en cada sistema
Se desaconseja completamente usar la misma contraseña en más de un sistema, dispositivo o cuenta de usuario. Esto se debe a que eventualmente alguna de ellas puede ser detectada o sustraída por un ataque, y así la vulnerabilidad sería mayor.
En conclusión, el hecho de elegir una buena contraseña de seguridad garantiza que los usuarios podrán resguardar sus datos de una manera mucho más eficiente, y se restará terreno para la acción de los ladrones de información.